jueves, 15 de marzo de 2012

La presión social desde el nacimiento

Desde que nacemos la sociedad nos pone una etiqueta para ejercer un determinado rol. Desde que nacemos nuestros padres nos presionan para cumplir con ciertas expectativas y desempeñar un rol en la sociedad.



Después de aparcar por un momento las plumas y las lentejuelas, he decidido profundizar en algunos temas que he sentido curiosidad por hablar y que deseo compartir con todos mis lectores. Todo nace a partir de la gestación y futuro nacimiento de mi sobrino Biel.
En este artículo parto de la siguiente pregunta:¿quién decide el rol de los niños en la sociedad?.
Me cuestiono en todo momento, ¿porqué la sociedad nos etiqueta desde que nacemos?
O ¿porqué un niño varón no puede jugar con una muñeca?
La sociedad continuamente nos presiona para que ejerzamos un rol determinado, y que nos definamos e identifiquemos con un estereotipo determinado e irrefutable.
Los niños juegan con camioncitos, las niñas con muñecas y cocinitas. Las mujeres en la cocina. El homosexual subido a la carroza con plumas, el heterosexual con traje y corbata en la oficina y así puedo numerar miles de ejemplos.
Puedo extender mucho más el tema, pero nos vamos a centrar en la presión social hacia los niños para que ejerzan un rol.
Más allá de ser el niño víctima de una presión por parte de los padres, son éstos que están presionados por la sociedad, para que eduquen a sus hijos con ciertos valores socialmente correctos y morales. Los padres se ciñen a lo ellos han recibido de pequeños, es decir a dichos valores que tienen inculcados.
Los juguetes, una cosa tan simple, puede ser un terreno minado. A un papá no le gusta que regalen a su hijo un juego de cocinitas, podría ser un insulto para algunos, siendo el acto de regalar una cocinita como el más puro y lleno de buenas intenciones.
Recuerdo que cuando era niño salió al mercado una cabeza de muñeca, a la cual podías maquillarla. Para mi hubiera sido el regalo más perfecto, sin embargo mis padres me regalaban juguetes que eran para niños, ya que “los hombrecitos no juegan con muñequitas” o la expresión más utilizada “eso es sólo para niñas”.
Hasta ahora no entiendo, porqué se delimita tan rigurosamente la tipificación de jueguetes para niños, es un tema que los padres suelen hablar con recelo.
Voy a citar a la bloguera psicóloga Lady 1710 http://lady1710.wordpress.com/2008/01/15/tipificacion-de-genero-en-los-juguetes-infantiles-2/
La tipificación de género sigue existiendo hoy, y la encontramos en cosas como los juguetes. Esa educación que reciben los niños, será la que, en un futuro, tal vez proporcionen ellos a sus descendientes, y así sucesivamente. Con esto hacemos que los roles hasta ahora existentes, no cambien, y sigamos con desigualdades entre los seres humanos.
Partiendo de esta base, la educación puede ir variando según generaciones, pero hay muchos valores que se transmiten de padres a hijos.
Existe padre que piensan que si un niño varón juega con muñecas corre el riesgo de volverse “homosexual”, como si convertirse homosexual sería un cáncer o una enfermedad. Sufren porque su hijo sea gay porqué no saben cómo afrontar una situación así, ya que en sus esquemas sociales esta palabra está clasificada como anormal o poco moral.
No soy psicólogo, pero fui niño y quise jugar con muñecas y nunca me compraron una, sin embargo soy homosexual. Considero que tener tanto recelo en la elección del juguete del niño es un acto bastante primitivo, en especial cuando no tiene fundamentos importantes para el desarrollo del niño, Además considero muy poco razonable y extremamente homófobo pensar que un juguete puede convertir en homosexual a un niño.

INVENCIBLE

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