jueves, 16 de abril de 2009

UN POCO DE PARÍS PARA COMPARTIR


Hace algunos días me enteré que tenía lectores fieles a este blog, definitivamente saber que hay gente que se da un poco de tiempo para leerme es una sensación maravillosa, y pido disculpas por no actualizar el blog, pero es que estuve en esta ocasión en París con mi marido.
Muchas veces cuando vivimos en países del tercer mundo, nos imaginamos Europa como algo mágico y celestial, un lugar en donde llega el arcoíris y el sol ilumina todas las mañanas, bañando de felicidad a la gente.
Todos estos elementos se funden en nuestras mentes y crean un imaginario abstracto y confuso, ese era mi caso antes de llegar al llamado primer mundo.
Se escuchaban por las calles de mi ciudad que España era otro mundo, escuchaba en la embajada que España era lo mejor y que allí no era un mercadillo como Bolivia, escuché todo tipo de comentarios…
Ahora después de quitarme las vendas de los ojos, he descubierto que las diferencias entre los países son infinitas, y no pudiera juzgar cual es mejor y peor.
En esta ocasión continuando con la gira INVENCIBLE 2009, ha llegado el turno de París.
Uno de mis sueños era poder conocer Londres y después mis sueños se cumplen conociendo París.
La ciudad es simplemente fantástica, que se ha mantenido intacta durante muchos años, conservando la esencia de la los siglos pasados.
Tuve el privilegio de ir acompañado con mi marido, el cual disfrutó como un niño pequeño, debo aceptar que verlo disfrutar a él es una de las cosas que más me hacen feliz. Aún tengo presente la alegría que llevaba cuqando fuimos Euro Disney, yo estaba tan feliz y emocionado de poder concoer Disneylandia, pero me dí cuenta que mi magia infantil se desvaneció con el tiempo, pero no me importaba, por que veía feliz a la persona que amo, con eso me bastaba para poder revivir la magia.

De hecho este post no es específicamente para hablarles de París, si no de el cambio que estoy empezando a sentir dentro de mí.
No se si será mi sexto sentido homosexual, pero en estos últimos meses y desde que crucé el Atlántico, he empezado a disfrutar haciendo felices a los demás, llega un momento que las cosas para uno ya no significan nada, y uno desea hacer las cosas por sus seres queridos.
En París disfruté al máximo comprando algunos recuerditos para mi familia, yo no me compré nada, pero sentía más placer imaginar que podía hacer feliz a mi familia en Bolivia.
Ahora soy más feliz sabiendo que escribiendo este blog, tal vez pueda ayudar a alguna persona que necesita una voz amiga, este espacio no será una terapia, pero pienso que puede ayudar en algo a las personas que han pasado o están viviendo cosas similares.
París ha sido un antes y un después en mi vida, porque me ha llevado a reflexionar muchas cosas en mi vida, y pienso que son cosas positivas.
Recuerdo que una amiga mía que actualmente está en Madrid, me comentaba que hay un antes y un después de entrar al boliche gay de mi país.
Siempre le dí la razón en ese aspecto, por que la vida de un gay cuando sale del armario a una discoteca gay, cambia la vida de dicho homosexual.
Ahora el problema radica cuando uno no sabe manejar esta vida y la confunde con libertinaje y promiscuidad, es ahí donde chocamos y destruimos a personas que amamos.
Seguiré informando desde la base rosa…
INVENCIBLE

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi vida, este es el mejor post que as escrito en tu vida, quiero agradecerte todos estos meses de felicidad contigo y mas estos ultimos dias, donde me llenas de tanta felicidad, cada dia te amo mas mi amor