lunes, 25 de febrero de 2013

Mi regreso a Bolivia



Después de 4 años  regresé a Bolivia a pasar las fiestas de fin de año con mi familia, en total han sido 33 días maravillosos. 
After four years I returned this year to Bolivia to spend the holidays with my family , a total of 33 days have been wonderful.


El tiempo ha transcurrido de manera veloz y siento que me ha faltado tiempo para hacer muchas cosas. Sin embargo en este regreso he quedado bastante sorprendido por una serie de cambios que he notado en el país.
Por lo general podría decir que Bolivia ha crecido en bastantes aspectos,  el más evidente es el económico, he visto muchas nuevas construcciones, urbanizaciones, edificios, avenidas, es latente la burbuja inmobiliaria en el país.
También he visto que lo precios han subido de una manera escandalosa! Mi dinero no ha cundido como esperaba, por tanto la siguiente vez iré con más dinero ;)
Uno de los cambios que más me ha sorprendido es el ambiente gay en Bolivia, en especial  el de Santa Cruz de la Sierra. En mis épocas doradas recuerdo que sólo había una discoteca de ambiente, que cada fin de semana se llenaba de gente y pasábamos momentos maravillosos entre travestis, humo de cigarrillos, vasos de cerveza y baños mugrientos.
Han pasado 4 años y las cosas han cambiado; los grupos de gays que un día conocí sólo son sombras del pasado. Aquel mundo de purpurina rosa ha desaparecido, los sueños de adolescencia se desvanecieron, y aquella arrogancia juvenil se desvaneció  entre esos años de mi ausencia. Evidentemente todos crecemos y cada quien lo toma como puede, sin embargo para mi asumir mi madurez me cuesta cada día más.
Me costó entender la frialdad de mis compañeros de pandi, las escándalo, que por mucho tiempo brillaron en el ambiente gay de Bolivia y ahora cada uno va por su cuenta.
Aquellos días de amistad desenfrenada se quedaron en fríos saludos como si nunca hubiéramos sido cómplices de borracheras y secretos “inmorales”.

Ahora un sábado en la noche puedes elegir entre 3 discotecas gays en la ciudad de Santa Cruz, la clase pobre ahora tiene un poco más de dinero para gastar y han salido de sus huecos de la miseria para unirse al ferviente capitalismo que inunda la ciudad.
Tampoco encontré aquellos amantes que un día me refugiaron en sus inestables brazos, por lo que concluí que ningún hombre en el país supo darme un poco de amor, en cierta forma es triste saber nunca me amaron.
Espero regresar pronto a Bolivia y poder seguir redactando páginas de mi blog, y poder volver a ver a mi familia que me he dado cuenta que la amo más.


INVENCIBLE